CUIDADOS PALIATIVOS EN PANDEMIA
Asociación Argentina de Medicina y
Cuidados Paliativos
Con fecha 11 de marzo de 2020, la Organización
Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote del nuevo coronavirus como una
pandemia. La Argentina a partir del 12 de marzo amplía la emergencia sanitaria
y dispone la adopción de nuevas medidas para contener la propagación del nuevo
coronavirus.
Han surgido en diversos ámbitos reflexiones acerca
del rol de los Cuidados Paliativos en las pandemias. Retomamos aquí algunas
ideas compartidas en el contexto de la epidemia de influenza H1N1 en 2010 por
James Downar y Dori Seccareccia.
Una premisa fundamental
En los procesos de triage, en los que los pacientes
con expectativa de vida más corta no deben ser atendidos, desde los Cuidados
Paliativos se postula que lo ideal es que estos pacientes no sean abandonados
proporcionándoles la atención adecuada desde el sistema de atención médica. En
este sentido, es conveniente adecuar espacios para pacientes con corta
expectativa de vida, para evitar sobrecargar a los trabajadores de atención
médica de primera línea que padecerán el estrés de ver que sus pacientes
fallecen con síntomas no controlados y no podrán actuar a veces con la pericia
conveniente.
Se requiere de un sistema de triage para
identificar a los pacientes con mayor necesidad de atención especializada. Se
consideran de mayor riesgo a:
1.
Pacientes con
necesidades complejas de control de síntomas.
2.
Pacientes en
seguimiento o manejo por un especialista en cuidados paliativos.
3.
Pacientes
cuyos síntomas no se hayan controlado adecuadamente mediante protocolos
estandarizados.
4.
Pacientes
gravemente enfermos que no tiene indicación de asistencia o soporte vital de
acuerdo a la clasificación del sistema de triage.
Planificación proactiva
Para lograr la atención paliativa en este contexto
de aumento de la demanda, deberán preverse:
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COSAS
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PERSONAL
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ESPACIO
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SISTEMA
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Almacenar
medicamentos para síntomas comunes: Opioides, haloperidol, metoclopramida,
hioscina, midazolam, etc.
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Identificar
a todos los profesionales con experiencia en cuidados paliativos (médicos y
enfermería especializados...)
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Identificar
salas y áreas no clínicas apropiadas para acomodar pacientes con expectativa
de vida corta en todos centros de salud.
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Crear
un sistema de triaje para identificar pacientes necesitados de cuidados
paliativos especializados.
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Almacenar
equipos para administrar medicamentos: catéteres subcutáneos, infusores...
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Capacitar
al personal de primer contacto de atención en el manejo sintomático y el
cuidado al final de la vida.
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Maximizar
el uso de las unidades de cuidados paliativos, hospices y camas
hospitalarias.
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Crear
un sistema de triage para las transferencias dentro de una institución, a
otras instituciones y hacia la comunidad.
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Preparar kits con medicamentos y equipo para la
administración de medicamentos en instituciones de larga estadía y atención
domiciliaria.
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Desarrollar
protocolos estandarizados para el manejo de síntomas y cuidados al final de
la vida.
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Crear
un sistema de consulta directa de apoyo para personal en hospitales,
instituciones de larga estadía, y de atención domiciliaria por teléfono o
telemedicina.
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Involucrar trabajadores especialistas para proporcionar
apoyo psicosocial y asesoramiento en duelo: psicólogos, trabajadores
sociales, acompañantes espirituales...
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Asegúrese
de que todos los pacientes admitidos en instituciones de salud tengan su
documento de voluntades anticipadas actualizado o familiares cercanos..
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Desde una perspectiva ética podemos asumir como
criterios:
1.
Protección
contra daños . Una pandemia de gripe y un sistema de clasificación pueden
generar angustia física y emocional significativa. Tenemos la obligación de
proteger a quienes sufren los efectos de la pandemia y el sistema de clasificación.
2.
Proporcionalidad.
La administración de los recursos en cuidados paliativos debe reflejar las
necesidades de la comunidad y proporcionar cuidados paliativos de alta calidad
a los necesitados. Los medicamentos, equipos, camas y los especialistas no
deben "acumularse" cuando otros en la comunidad los necesitan.
3.
Deber de
brindar atención . Los cuidados paliativos son un componente crítico de
cualquier plan de clasificación pandémica, y los profesionales de cuidados
paliativos tenemos la obligación de brindar atención y aliviar el sufrimiento.
Siempre debemos equilibrar este deber con las obligaciones en competencia para
proteger nuestra propia salud y la de nuestras familias.
4.
Reciprocidad.
Deberíamos enfocar mayores recursos paliativos en pacientes que asumen una
mayor carga en el sistema de clasificación, como los pacientes críticos que no
son candidatos a recibir terapia de soporte vital. Estos pacientes (y sus
familias) corren un gran riesgo de sentirse abandonados por el sistema de atención
de salud y deben recibir atención orientada a objetivos terapéuticos de confort
por un equipo interdisciplinario en cuidados paliativos.
5. Equidad . Debemos asegurarnos que los cuidados
paliativos de alta calidad estén disponibles para todos los pacientes que
puedan necesitarlos, independientemente de su ubicación.
Desde la AAMYCP consideramos la posibilidad que los
equipos de CP a nivel nacional consideren estas recomendaciones, como así
también queremos alentar a la comunidad a trabajar en red con acciones
concretas y ser solidarios con los que más lo necesitan, como personas solas, o
adultos mayores, que son las poblaciones más vulnerables.
También queremos manifestar nuestra solidaridad
con todos los profesionales sanitarios dedicados al abordaje del COVID-19
durante estos días y ofrecer nuestro apoyo como asociación a las acciones y al
gran esfuerzo que se está realizando.
Nos ponemos a
disposición de uds. para cualquier ámbito en el que consideren que podemos ser
de ayuda.
Comisión Directiva 2018-2020 Dirección ejecutiva
Este documento se encuentra versión PDF en la parte "Links y Artículos de interés en bioética" de este mismo curso