Los Países Bajos no legalizarán la polémica píldora
Eso de “no dejes que la realidad te arruine una buena historia” debió ser lo que pensaron los medios que esta semana publicaron informaciones en las que se afirmaba que el Gobierno de los Países Bajos “había empezado a tramitar la puesta en marcha” de “una pastilla letal”, que “no necesitará prescripción médica, ni justificar un problema de salud” para que los mayores de 70 años, “cansados de la vida”, puedan suicidarse si lo desean. Esta supuesta noticia se mezcló con el debate parlamentario abierto en el país sobre la ampliación de la eutanasia. Incluso se llegaba a poner nombre a esa pastilla: Drion.
No era más que un bulo que corrió como la pólvora y que ha incendiado esta semana a lectores e internautas hispanohablantes.
La fake news ha llegado también a Latinoamérica, y en países como Argentina algunos diarios explicaron “cómo es la pastilla letal que piensan implementar en Holanda para los mayores de 70 cansados de vivir”. En Chile, algunos medios incluso hicieron encuestas para preguntar si les gustaría seguir los pasos del Gobierno neerlandés y legalizar la eutanasia.
Lo único realmente cierto es que el Ejecutivo de los Países Bajos encargó una investigación, que fue publicada la semana, pasada para sondear la opinión de la gente mayor ante una eventual eutanasia en el caso de considerar “completado” su ciclo vital.
El Gobierno hizo un informe para saber cuántos, al ver “completado su ciclo”, querrían la eutanasia
De hecho, la coalición que gobierna actualmente en La Haya –liberales, progresistas y dos partidos más conservadores, los democristianos y Unión Cristiana– logró un acuerdo en el 2017 para formar gobierno precisamente bajo el compromiso de no presentar ningún proyecto de ley que pueda conducir a legalizar el suicidio asistido, aunque sí acordaron encargar la investigación que se publicó la semana pasada. Los investigadores preguntaron a 21.000 holandeses mayores de 55 años si, una vez alcancen una edad determinada, tengan que lidiar con achaques y consideren que ya han completado su ciclo de vida les gustaría tener acceso legal a la eutanasia. Unas 10.000 personas contestaron que sí.
Fueron los resultados de este informe y la postura del partido progresista D66 de ampliar la ley de la eutanasia –vigente desde el 2002– para que incluya el suicidio asistido, lo que dio pie a sacar conclusiones equivocadas.
El informe no explica cómo podría llevarse a cabo ese suicidio asistido pero, según la propuesta del D66, no consistiría en adquirir un fármaco sin receta para poder quitarse la vida en casa.
De la pastilla Drion se viene hablando desde hace 30 años. Huib Drion fue un jurista neerlandés que, en 1991, sugirió la posibilidad de poner a disposición del ciudadano de la tercera edad, de forma gratuita, una píldora para quitarse la vida cuando sean mayores de 75 años. Esta historia fue recordada por el The Irish Times –de la muy católica Irlanda– y esos lodos trajeron estos barros.
Pero como ha confirmado la Asociación Holandesa de Fin de Vida Voluntario, esta píldora no existe, ni hay planes de legalizarla o producirla de forma oficial, aunque sí hubo una cooperativa de últimas voluntades que decidió retar a las autoridades, hace un par de años, y promocionar un polvo letal con una función similar a la pastilla Drion. También es cierto que en la década de los noventa, Els Borst, entonces ministra de Sanidad, respaldó públicamente la idea de llevar a debate la legalización de la Drion, lo que provocó un gran escándalo y la obligó a olvidarse del tema. Desde entonces, ningún miembro del Gobierno ha vuelto a poner esa cuestión sobre la mesa.