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El año en que se habló de salud pública
Científicos, médicos, funcionarios y miembros del equipo de salud se hicieron conocidos por primera vez para una buena parte de la sociedad.
Fueron muchos los temas que cobraron protagonismo gracias al debate sobre la legalización del aborto en la Argentina. Se habló como nunca de la importancia de la prevención del embarazo no deseado, y de las posibles estrategias para evitarlo. Se habló –a veces en forma confusa o errónea, pero se habló– de planificación familiar. Se habló de la gestación y sus implicancias en la infancia y en la adolescencia.
Hay temas de los que no se habló, pero que vale la pena seguir insistiendo para que no se pierdan para siempre de la agenda pública de temas expectables. Por ejemplo, de la importancia de que el embarazo sea planeado, porque es la mejor forma de que la persona gestante –y, en caso de tenerla, también su pareja– esté preparada para la concepción, desde lo físico y emocional.
Quienes dijeron que este proyecto vino a introducir una grieta más en la sociedad sólo vieron la parte vacía de un vaso que está casi lleno. Lleno de aprendizajes y de nuevos términos que llegaron a nuestro vocabulario para quedarse. Lleno, también, de prácticas del siempre intenso entrenamiento en la convivencia de ideas diferentes. Y lleno de experiencias positivas asociadas al ejercicio de la democracia y la libertad de expresión.
Científicos, médicos, funcionarios y miembros del equipo de salud se hicieron conocidos por primera vez para una buena parte de la sociedad. Muchos supieron, por ejemplo, que el Gobierno nacional tiene un ministro de Salud que se llama Adolfo Rubinstein, y que los del Gobierno de la provincia y la ciudad de Córdoba se llaman Francisco Fortuna y Gabriel Acevedo, respectivamente.
Hablamos de transmisión de VIH y del uso del preservativo gracias a un episodio que volvió a instalar el tema –sobre el que reinaba cierto relajamiento en algunos sectores– en los medios masivos en horarios pico y en las redes sociales. Discutimos, también, sobre el uso de métodos anticonceptivos adecuados para cada situación y etapa de la vida.
Hablamos de muertes maternas evitables. Hablamos de la situación sanitaria en otros países y de metas y consensos establecidos por organismos internacionales conformados por expertos de todo el mundo.
Hablamos de disciplinas poco populares en algunos segmentos sociales, como la bioética. Todo, en cinco meses.
No abundan las oportunidades para introducir estos temas en escenarios populares.al
La salud no se reduce a la diferencia con la enfermedad. Se vincula más, en cambio, con la idea de un bienestar integral en el que la espiritualidad y todo aquello que fortalece la faceta emocional de la vida tienen gran importancia.
Es por ello que quienes cultivan ese campo tuvieron un espacio protagónico, pero con el límite obligado que implica respetar las diferentes formas de entender la espiritualidad.
Nunca, como este año, la salud compitió con la economía en nuestros intercambios más o menos apasionados. No es poco.
Alejandra Beresovsky
Dr. Gabriel Acevedo: “los medicos deben dar informacion clara sin juicios de valor.
El proyecto de ley sobre interrupción voluntaria del embarazo que se aprobó en Diputados el 14 de junio contempla la incorporación de las llamadas consejerías: espacios dentro de los centros de salud en los que los profesionales garanticen a las mujeres y personas gestantes información, atención pre y posaborto, escucha, acompañamiento, contención integral y provisión de anticonceptivos, entre otros. Estas consejerías funcionan ya en más de 40 centros de salud, según indicaron profesionales de la Red por el Derecho a Decidir, quienes valoraron que desde la Municipalidad no se obstaculice de ninguna forma su funcionamiento.
Gabriel Acevedo, secretario de Salud municipal, consideró que los médicos y otros profesionales de la salud deben brindar información “clara, completa y sin juicios de valor” a quien plantea su intención de interrumpir la gestación.
–¿Cómo funcionan las consejerías en el ámbito municipal?
–Ante la consulta de una mujer cuyo problema de salud es un embarazo no buscado y que plantea la intención de interrumpirlo, la información brindada por el profesional debe ser clara, completa y sin juicios de valor, para que la decisión final –sea cual fuere, es decir continuar o interrumpir el embarazo– sea tomada por la mujer con los mayores elementos de juicio posible.
Luego, cuando la consulta al profesional es posaborto, las acciones deben orientarse a tratar y prevenir posibles complicaciones, y muy especialmente brindar la información para que se incorpore al Programa de Salud Sexual y Reproductiva, y adopte algún método anticonceptivo efectivo, a fin de evitar futuros embarazos no intencionales.
–Si se piensa en el derecho de los pacientes a recibir información, ¿podrían las consejerías ser una política que alcance a todos los centros de salud?
–El Programa de Salud Sexual y Reproductiva se desarrolla en los 97 centros de salud que dependen del municipio, como un componente central de la política de salud municipal. Este programa contempla principalmente la provisión gratuita de diversos métodos anticonceptivos y espacios de consejería para garantizar el acceso a la información sobre la salud sexual integral desde una perspectiva de derecho.
–¿Han recibido quejas, reclamos o presiones para impedir su funcionamiento?
–Yo no he recibido presiones para impedir el funcionamiento del Programa de Salud Sexual y Reproductiva, informales ni formales.
El sistema sanitario es muy complejo y se ha tornado inmanejable justamente por falta de políticas al respecto. Por Dr. “Pecas” Soriano
El sistema sanitario es muy complejo y se ha tornado inmanejable justamente por falta de políticas al respecto.
El sistema sanitario es muy complejo y se ha tornado inmanejable justamente por falta de políticas al respecto.
- Nuevos tratamientos aumentan los dilemas del sistema de salud
- Un nuevo órgano deberá evaluar innovaciones
- El sistema de salud y su salud financiera
- Cordobeses ante la posibilidad de una droga esperanzadora
- Tratamiento y desarrollo en recién nacidos
El Hastings Center dijo en un estudio sobre la ética en el análisis de costos/beneficios: “El abordaje tradicional del análisis costos/beneficios excluye consideraciones formales de efecto distributivo, del tipo de la equidad y la justicia. Aunque los economistas discrepan sobre cómo resolver este problema, es probable que las consideraciones sobre la equidad continúen siendo subestimadas en la práctica”.
La pregunta sería: ¿deben actuar los economistas en un sistema de salud? La respuesta es un sí contundente. Pero enseguida viene la segunda pregunta: ¿deben los economistas comandar las políticas de salud? La respuesta es un no. Al hacerlo, se producen graves problemas de inequidad e injusticia.
Si bien es cierto que los recursos en salud no son infinitos, una cosa es racionalizar el gasto (que no es tal, sino una inversión) y otra muy distinta es utilizar sólo un criterio economicista para brindar un derecho humano básico como es el derecho del acceso a la salud, consagrado en múltiples tratados internacionales y en la Constitución Nacional.
Las soluciones a estos dilemas son múltiples y es imposible tratarlas en este breve comentario.
Por Carlos “Pecas” Soriano
* Médico especialista en Bioética
Nuevos tratamientos aumentan los dilemas del sistema de salud
Nuevos tratamientos aumentan los dilemas del sistema de salud
La joven fue intervenida en Brasil debido a que la Argentina tiene poca historia en la clase de intervención que se le realizó –los trasplantes de pulmón con donante vivo fueron autorizados por decreto de Cristina Kirchner en 2012– y tras presentaciones judiciales de la familia para que la obra social provincial Apross financiara el viaje y la atención médica.
El sistema de salud y su salud financiera
Justicia sanitaria: el Estado no tiene que estar ausente
Cordobeses ante la posibilidad de una droga esperanzadora
Tratamiento y desarrollo en recién nacidos
Natalí no sobrevivió a la operación y además de la tristeza, quedó la duda sobre si el criterio costo-efectividad que primó en las respuestas iniciales de Apross fue el más justo.
El de la justicia sanitaria es un tema abordado desde múltiples ópticas, incluyendo la bioética, la economía y la filosofía y promete ofrecer en el mediano plazo todavía más incógnitas, por la aparición de nuevas generaciones de medicamentos y tratamientos, como terapias génicas y medicamentos biotecnológicos, cuyo costo es muy superior a los que los precedieron. Su valor es tan alto, que la industria farmacéutica apunta fundamentalmente a los Estados como financiadores.
Ramiro Guerrero, director del Centro de Estudios en Protección Social y Economía de la Salud (Proesa), de Colombia, resume: “El tema pertenece a la categoría de problemas que técnicamente no tienen solución”. Guerrero señala que esta es una dificultad que se manifiesta de manera clara en especialidades como la oncología.
“Lo primero que hay que hacer es no negar que las restricciones existen. Lo segundo es asumir que toda decisión que se tome será éticamente cuestionable de alguna manera. Ante eso, lo que filósofos como el influyente Norman Daniels proponen es que, si todos los criterios tienen un ‘pero’, lo que hay que habilitar es un procedimiento justo”.
Guerrero precisa, entonces, que la justicia puede surgir no del criterio de la decisión, sino del método empleado para adoptarla. “¿Qué quiere decir que sea ‘justo’? Que los criterios tienen que estar claros, que tiene que haber participación ciudadana y que tiene que haber posibilidad de apelación. Si tienes una condición y el sistema te dice que no se puede financiar, tú tienes que poder apelar esa decisión”, describe.
Mirta Roses Periago, médica argentina y exdirectora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), señala en tanto que hay un modelo de agencias evaluadoras (en la Argentina se planea la creación de una) orientadas a analizar la relación costo-efectividad de las nuevas tecnologías en salud. La historia de estos organismos se remonta a décadas atrás. “Pueden contribuir a establecer criterios para un acceso equitativo y justo. Sobre todo, en sistemas de salud fragmentados, como en la Argentina, que tienen muchos y distintos orígenes de financiamiento, como son las obras sociales, las prepagas, las Fuerzas Armadas”, manifestó Roses Periago. “Tenemos muchos distintos sistemas, incluyendo el sector público. Sobre algunos de ellos, el Estado, a través de la Superintendencia de Servicios de Salud, tiene ciertas atribuciones y recomendaciones para los llamados ‘paquetes mínimos obligatorios’”, continuó. Y completó: “Hay instrumentos en el país que podrían armonizarse para lograr que la agencia además de dar recomendaciones en términos de efectividad, costo-efectividad y valor científico de algunas prestaciones e intervenciones ya sea diagnósticas o terapéuticas, hagan que resulten respetadas en el acceso universal”.
La médica destaca que es preciso utilizar todas las herramientas de la ética para lograr un consenso sobre los criterios que se deben aplicar para lograr un acceso justo y equitativo.
Campañas
En muchas oportunidades, la solidaridad de la población también es fuente de financiamiento, pero en esto también Roses Periago subraya la importancia de garantizar la transparencia para evitar que usos pocos claros del dinero recolectado devengan en desilusión y terminen desalentando las contribuciones filantrópicas de la sociedad.
“Se aplican inclusive para tratamientos cuya efectividad no está comprobada y no han podido ser solucionados dentro de una legislación de cobertura”, recuerda. Aclara que este tipo de actuaciones demuestran el sentido de humanidad de la población, pero la mayoría de las veces no ofrecen después la posibilidad de seguimiento del destino de los fondos obtenidos.
La falta de rendición de cuentas –indica– ha generado malos antecedentes en el mundo. “Lamentablemente, después se desacreditan esos mecanismos de recolección de fondos”, dice y aclara que es un problema que se ha presentado a nivel mundial.
La médica asevera que también es clave que se permita el seguimiento de la historia del paciente, porque aportaría a un aprendizaje social.
La atención brindada a la persona ayudada por la sociedad y su evolución es información de interés social, dice.
Desde la perspectiva legal, la abogada de la Federación Argentina de Enfermedades Poco Frecuentes (Fadepof), María Inés Bianco, advierte de que se trata de un tema complejo, con múltiples aristas, donde la presencia de lagunas fomenta la judicialización.
“Por un lado, tenemos el concepto de justicia en el acceso y la faz de bien social del medicamento para aliviar síntomas, curar o mejorar la calidad de vida y, por otro, la justicia en relación con los recursos, porque no es ético no pensar en el costo”, presenta. “El dilema es bioético, entre la justicia del acceso y los recursos existentes”.
“Las personas tienen que poder acceder a los nuevos tratamientos siempre que tengan justificación médica adecuada, que guarden los principios de calidad, eficiencia y hayan sido sometidos a ensayos clínicos en personas, es decir, que no sean experimentales, porque lo experimental no debe ser cobrado”, desarrolla. Por otro lado, insiste, debe pensarse en la faceta de la posibilidad de financiamiento.
“Se necesita una política integral de Estado sobre el uso racional de medicamentos. Actualmente, en la Argentina hay una ley de medicamentos que es sumamente antigua. Hay lagunas sobre la legislación de biotecnológicos y biosimilares. No está establecido bien qué se considera genérico”.
La abogada hace referencia así a los potenciales sustitutos de los medicamentos biotecnológicos, llamados “biosimilares”, semejantes (aunque no iguales) a los primeros que pueden desarrollarse una vez vencidas las patentes de los creadores. “Actualmente, los biosimilares tienen el mismo precio que los biotecnológicos, cuando deberían costar un 40 por ciento menos”, remarcó.
“Hay lagunas jurídicas. La judicialización está provocada por la falta de una política integral de medicamentos”, concluyó.
Guerrero señala que es necesario comenzar a afrontar estos dilemas. “Son discusiones que la sociedad debe poder dar con madurez y sin caer en el sensacionalismo. Y los gobiernos y los sistemas de salud deben hacer esfuerzos por resolver los cuellos de botella”, graficó el economista.
Asimismo, también apuntó a la importancia de las agencias evaluadoras. “Muchos desarrollos farmacológicos se han hecho a partir de líneas bastante tradicionales y sirven, por ejemplo, para extender la sobrevida por pocos meses. Es por eso que las agencias deberán justificar la adopción desde el punto de vista social y de la verdadera efectividad”, cerró.
El futuro es prometedor en materia de salud, pero también abre nuevos escenarios de conflicto.

Por Alejandra Beresovsky
Crecen casos de embarazadas consumidoras de drogas
El servicio de Toxicología del hospital Pediátrico, incluso, lleva su propio registro sobre los niños que atienden con cuadros de intoxicación por drogas: el 46 por ciento es menor de 3 años.
Además, una investigación –realizada en el hospital Misericordia, iniciada en el instituto Ferreyra y con la colaboración de la Maternidad Nacional– muestra que, en un universo de 83 mujeres embarazadas, cuatro consumían sustancias ilegales y solamente otras cuatro mujeres no habían bebido alcohol.
“Hay estadísticas a nivel Sudamérica que muestran que entre el 2 y el 3 por ciento de las embarazadas consume drogas ilícitas. A ese nivel más o menos estamos”, plantea Luis Ahumada, jefe de Neonatología del hospital Misericordia.
Siguiendo esas cifras, estaríamos hablando de unas 1.600 mujeres en la provincia de Córdoba, donde nacen unos 55 mil bebés al año.
Médicos y trabajadores sociales advierten de que el consumo de alcohol, marihuana, cocaína y éxtasis, entre otras drogas, hacen estragos en la salud del feto y las secuelas pueden ser gravísimas. Sin embargo, muchas madres lo ignoran, minimizan las posibles consecuencias o son adictas con dificultades para abandonar las sustancias.
En la Maternidad Nacional, en el Misericordia y en el Pediátrico observan con preocupación este fenómeno que parece no estar en la agenda pública, pero que sí está causando daños irreversibles en la salud de muchos niños.
El Observatorio de Políticas Públicas, Salud y Adicciones de la Fundación ProSalud monitorea desde 2016 el impacto que provoca en los chicos el consumo de sustancias por parte de los adultos.
“El problema se está agravando, pues aún no se aplican medidas integrales en clave de prevención. Debería trabajarse junto con la prevención de la desnutrición, pues ambas dejan secuelas en el sistema nervioso central, lo que genera un impacto en el mediano y largo plazo”, explica Gabriela Richard, directora de ProSalud.
Cada vez más cocaína
“Es un fenómeno que ya lleva varios años. Antes, encontrar madres consumidoras era raro y ahora es más frecuente. Se ve consumo de marihuana, de drogas sintéticas y de cocaína”, explica Claudia Amaro, trabajadora social de la Maternidad Nacional.
El mayor consumo que se observa es de cocaína en mujeres de entre 20 y 30 años. En algunos casos, la pareja consume con la madre y en otros no. En ciertas circunstancias, no sabe que la madre lo hace.
Amaro explica que cada caso es particular y demanda distinto tipo de intervención. En ocasiones, aunque no siempre, la pareja comprende los riesgos para el bebé.
Ahumada indica que existe un subregistro de embarazadas consumidoras, ya que si bien hay casos de adicción evidente o se conoce la situación porque la propia madre lo informa, hay otros que pueden pasar inadvertidos. También hay mamás que suelen confesar la ingesta antes de dar a luz.
Graves secuelas
Después del parto, las trabajadoras sociales realizan un seguimiento de la madre. Entre otras cosas, se indica que no amamante. “El primer período es altamente estresante porque no sabemos qué va a pasar en la casa. Vamos adonde vive, la llamamos por teléfono, vemos que cumpla con los controles”, indica la trabajadora social.
En general, las mujeres consumidoras tienen una rutina desorganizada. “He tenido que decirles: ‘A tal hora tenés que bañar a los chicos; y a tal, preparar el almuerzo’. Cuando está legitimado el uso de drogas es complicado porque cuesta que el otro entienda que su consumo afecta al cuidado del niño. Cuando está naturalizado, no se cuestiona el consumo: está inserto en su comunidad, en su forma de vivir. Es parte del contexto”, puntualiza Amaro.
La trabajadora social explica que en una ocasión atendió a una mujer de la comunidad gitana que consumía sustancias. El marido no lo hacía, pero lo aceptaba. “Tuve que pedir intervención de la Senaf porque era una comunidad muy cerrada y no podía hacer nada. La hija de 15 años cuidaba a la mamá para que no consumiera y, también, al bebé”, grafica.
Si la mamá consume en los primeros 60 días de la gestación, las posibilidades de malformaciones son altas. Pero, posteriormente, también puede haber otros trastornos según el tipo de droga que se consuma. La cocaína, explica Ahumada, puede generar isquemias a nivel cerebral, entre otras cosas.
Desarrollan en Córdoba una técnica para futuros trasplantes de útero
Podría representar una gran posibilidad para mujeres que no pueden tener hijos porque nacieron sin útero o tuvieron que quitárselo a causa de enfermedades o por complicaciones posparto.
Río Cuarto. Investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto y de la Católica de Córdoba, junto con un equipo médico del hospital Privado de Córdoba, lograron exitosos resultados en un trabajo de medicina experimental de trasplante de útero.
Podría representar una gran posibilidad para mujeres que no pueden tener hijos porque nacieron sin útero o tuvieron que quitárselo a causa de enfermedades o por complicaciones posparto.
Según informó la UNRC, este trabajo de medicina experimental es el primero en su tipo en el país. Los estudios ya evidenciaron la viabilidad de la intervención y ahora probarían la fertilidad de estas hembras trasplantadas. En los tres casos, fue exitosa la reanudación de la función del útero. Les queda comprobar la capacidad para lograr la preñez.
El proyecto se originó en el hospital Privado Universitario de Córdoba, donde en 1988 se realizó el primer trasplante de hígado del interior del país. Allí se efectuaron también los primeros trasplantes de corazón y de pulmón fuera de Buenos Aires.
De acuerdo con lo informado por la UNRC, en la operación “se extrae el útero, se lo acondiciona y conserva fuera del cuerpo; luego, en la misma oveja, que es donante y receptora a la vez, se hace el reimplante, lo que conlleva un empalme de los vasos del útero para reconectarlo”.
Lanzan programas de salud sexual y reproductiva
“Lo que está claro para todos, y sobre todo para las mujeres, es que nadie quiere hacer abortos y que el aborto es una consecuencia del embarazo no deseado. Y, por lo tanto, mi responsabilidad como gobernador es tomar medidas para que no haya embarazos no deseados”, señaló Schiaretti.
Aunque no brindó detalles, el mandatario indicó que creará dos nuevos servicios en los hospitales: uno de Adolescencia y otro de Salud Sexual y Reproductiva: “Hoy, el tema de los anticonceptivos se trata en cualquier consulta ginecológica. A veces, los médicos están atendiendo urgencias y la prevención pasa a segundo plano”.
En esa línea, el ministro de Salud provincial, Francisco Fortuna, evitó dar presiones sobre la aplicación de la ley. El funcionario se manifestó contra el aborto: “La despenalización no es solución. Lo importante es la educación sexual integral desde edades tempranas”.
Quien sí brindó mayores precisiones fue el presidente provisorio de la Unicameral, Oscar González. El exministro de Salud adelantó que, de aprobarse la ley, Córdoba deberá decidir cómo la lleva a la práctica. “El derecho de fondo es competencia de la Nación. El Congreso decide qué es delito y qué se penaliza. Pero la aplicación de esas leyes es competencia de las Provincias. Son ellas las que adecuan las estructuras sanitarias para hacerlas efectivas”, indicó.
Error Médico
LO MÁS IMPORTANTE
Se comete con mucha frecuencia, suele implicar consecuencias graves, y no es sencillo tener acceso a la verdad.
Hay protocolos y procedimientos para minimizar los fallos accidentales e involuntarios.
“Se calcula que, en promedio, se provocan 251 mil muertes anuales por errores médicos en Estados Unidos. Esto equivale a que se caigan dos Boeing 777 por día, y estoy seguro de que con esas cifras nadie viajaría en avión y cerrarían los aeropuertos”, agregó el jefe del Servicio de Cirugía Cardíaca del sanatorio Allende.
Entre los 10 errores humanos más frecuentes, mencionó en el primer lugar del ranking a los diagnósticos inapropiados, y en el último, los errores al dar el alta a un paciente.
Ante la pregunta retórica de por qué los médicos deben hablar sobre los errores, Córdoba se respondió: “Lo debemos hacer porque es un obligación moral, y la sociedad nos lo exige. Tenemos que detectar los errores, analizarlos, discutirlos y neutralizarlos”.
El cardiocirujano hizo referencia a la teoría del iceberg para señalar que, “por cada accidente importante que se ve, por debajo hay algo mucho más complejo e invisible: 10 accidentes moderados, 30 daños y 600 incidentes”.
Sin embargo, aclaró que “no es fácil que se inicie un error y se complete con daño para el paciente”, porque en todo sistema hay puntos vulnerables y también barreras de contención. “Pero cuando hay muchos agujeros que se van alineando, esto facilita la aparición de errores”, explicó.
Como un tablero colmado de luces rojas titilando, los datos fueron los llamadores para una toma de conciencia sobre la gravedad del problema, y contrarrestar la situación con procedimientos que desarrollaron la industria aeronáutica y sectores militares, como modelos por imitar en medicina.
Sostuvo que para que exista un programa de control, el primer paso es tomar la decisión de ponerlo en práctica; luego, comprometer al equipo de profesionales, elaborar guías de procedimientos y también check lists (listas de control), entre otros aspectos. Sobre los listados de control, acotó que “se pusieron en práctica en la Guerra del Golfo y salvaron muchas vidas”.
Córdoba explicó que, para generar una cultura de cambio hacia un programa de control de los errores en medicina, es necesario hacer un diagnóstico de la situación, planificar los pasos por seguir, entrenar y capacitar a los profesionales y monitorear el proceso permanentemente.
El cardiocirujano enfatizó que “no se puede admitir que haya ambientes de prácticas médicas que tengan tolerancia al error humano” y mencionó que apartó de su equipo a profesionales “que no seguían los protocolos para evitar fallas”.
Explicó que esa tolerancia es nociva porque tiene consecuencias en los equipos de salud. Entre ellas, “insatisfacción en el trabajo, abandono profesional, disminución en la calidad de los cuidados, lo que incrementa de los errores médicos e implica pérdida de integridad moral”.
Comentó que, luego de involucrarse con estos temas, comprendió a enfermeras que, cuando eran consultadas por el motivo por el que habían dejado su puesto de trabajo, le respondían que “no toleraban lo que allí pasaba”.
Quizás, para el público académico de la medicina que asistió a la conferencia, muchos de los datos y hechos eran conocidos, pero de manejo entre pares. Durante la disertación, también se supo que “las compañías de seguro de Estados Unidos se oponen totalmente a que se informe a las familias sobre los errores cometidos en hospitales” y que “llevan dos historias clínicas” de muchos pacientes .
Sin embargo, Córdoba apuntó que “instituciones médicas de cuatro estados (New England, Ohio, Nueva York y Mississippi) entraron en un programa de información a los familiares y no hubo aumento de juicios”. Sobre esto, el especialista añadió: “Pero tiene que ser un informe a conciencia, porque es una realidad que el error humano se oculta”.
La muerte de la periodista Débora Pérez Volpin.
El tema de la seguridad del paciente y de las situaciones que pudieran quedar enmarcadas en mala praxis generaba apenas eventuales comentarios en el público masivo, hasta que a comienzos de año un caso lo puso de lleno en la agenda pública. Fue la muerte de la periodista y legisladora Débora Pérez Volpin, quien habría sido víctima de un mal procedimiento durante la realización de una endoscopia en el Sanatorio de la Trinidad de Palermo. Especialistas en seguridad del paciente plantearon la necesidad de facilitar y no penalizar las notificaciones de errores médicos, para tender a su análisis y futura prevención.
–Accidente normal: ocurre en un contexto complejo, a veces debido a la tecnología, seguramente a falta de controles, y siempre está vinculado a la organización. Un caso puede ser que se rompa la pata de una camilla y se caiga un paciente. “Parecería ser un accidente normal, pero no es así”, indicó sobre este tipo de situaciones Roque Córdoba.
–Error: acción humana no intencional, pero que sucedió porque no se cumplieron las normas implícitas o explícitas dentro de la organización. Un ejemplo de ello es que no se levante la baranda de la cama a un enfermo y, en consecuencia, este caiga.
–Violación intencional: no debe tratarse como un error. En numerosas ocasiones se considera una conducta delictiva. Por ejemplo, apagar las alarmas de un monitor que controla distintos parámetros en un paciente.
–Falla activa: actos riesgosos (por error o violación) cometidos por quienes participan en el sistema de atención a los pacientes.
–Falla latente: parece normal, es aceptada, pero en algún momento tenderá a producir un daño. Es el caso, por ejemplo, de no respetar las normas de bioseguridad establecidas al ingresar a un quirófano con la ropa que no es adecuada para ello.
Limite de Edad para la ley de Fertilización Asistida.
Los expertos consideran que se basa en criterios éticos y sanitarios. Opinan que las edades máximas son todavía altas.
A cinco años de que se reglamentó la ley nacional 26.862 de fertilización asistida, que garantiza la cobertura económica de los tratamientos, el Ministerio de Salud emitió la resolución 1.044, que fija los límites de edad para que las obras sociales y prepagas los puedan financiar.
A partir de ahora, en el caso de fertilización in vitro con óvulos propios, el techo de edad es de 44 años, y en los que se realicen a través de ovodonación, de 51 años.
Limitan la edad de las mujeres para tratamientos “in vitro”
Los médicos especialistas se han pronunciado a favor de esta restricción, con argumentos basados en aspectos de salud.
“Es un límite sensato, no sólo desde el punto de vista económico, sino también médico. Es una limitación que hacía falta que se reglamentara”, opinó en ese sentido José Luis Ordóñez, médico especialista en reproducción y director médico del centro Origen.
“A partir de los 40 años, las posibilidades de embarazo son muy bajas, y las de éxito en el tratamiento son del cinco por ciento o menos”, añadió.
E, incluso, consideró que el límite de 44 años es relativamente alto, aunque aclaró que hay excepciones dependiendo de cada paciente.
En tanto, sobre la línea de 51 años para los tratamientos efectuados con ovodonación, consideró también que es un límite alto.
“A esa edad, las posibilidades de complicaciones de una persona son más altas, puede sufrir diabetes gestacional, hipertensión asociada al embarazo, y puede haber retardo de crecimiento en el bebé”, dijo.
Aseguró, asimismo, que un consenso de sociedades científicas fijó la restricción recomendable en los 48 años.